Tu mirada a la última

No seré yo la única que en alguna ocasión, en lugar de comprar una prenda de precio elevado, opte por una versión parecida de menor precio. A veces me sorprende, porque su calidad es igual e incluso superior, otras veces puede que me arrepienta de la compra, la calidad sea nefasta y a los dos días la prenda sea inservible y en el peor de los casos, termine en la basura.

Aún así, en cuanto a prendas de ropa se trate, su calidad no es perjudicial para nuestra persona, no nos afecta a la salud y merece la pena arriesgar por si el resultado llega a ser óptimo y nos ahorramos un dinerito, pero en cuanto a gafas de sol se refiere, no sucede lo mismo: debemos cuidar al 100% de nuestra visión y para ello, nada de jugárnosla ni de intentar ahorrar unos euros en la compra de gafas.

Los españoles somos los europeos que más nos exponemos al sol, sin embargo somos desconocedores del impacto de la radiación ultravioleta en los ojos,  (UV) y los riesgos que producen utilizar gafas de sol no homologadas.


Por muy bonitas que puedan llegar a ser unas gafas de 10 euros, 20 euros o incluso menos, éstas nos exponen a una elevada radiación UV e incrementan el riesgo de alteraciones oculares (no os las nombraré para no asustaros, ya que como buena hipocondríaca que soy, me quedé a cuadros...).

Debemos acudir a las ópticas y adquirir aquellas fiables, resistentes, con buena calidad y que ofrezcan una buena protección frente al sol. No resultan nada baratas, pero con ellas, todo son beneficios para nuestros ojos y la protección es absoluta. No olvides que unas buenas gafas de sol, te durarán varios años y además poseen garantía.

Comprarlas es un gran acierto, pero si optas por gafas de un precio bajo (todas tenemos algún par de esas que nos gusta poner de vez en cuando) simplemente no abuses de ellas, y no mires directamente al sol de forma continua.

A continuación os dejo algunas ideas.